jueves, 26 de junio de 2014

La realidad de ser bombero

Salvar vidas es  su misión. El corazón valiente de un bombero no deja de arder ni un solo segundo. Está en su mente siempre,  auxiliar al herido y salvarlo. la persona rescatada casi nunca sabe quién fue su héroe. Pero la satisfacción de hacer lo correcto para un bombero es inexplicable.

Su labor en nuestro país no es recompensada. Algunos voluntarios aseguran que es por esta misma razón que ser bombero engloba una atmósfera de de magia y misterio a la vez.

Ocho en punto de la mañana y una enorme mampara me da la bienvenida al Cuerpo General de Bomberos Voluntarios de Chorrillos Garibaldi No 6 en la avenida Huaylas 1500. Alrededor de quince salvavidas permanecen repartidos entre oficinas, gimnasios y habitaciones,  sin embargo siempre atentos al llamado de la sirena.

"Aún hay gente que piensa que nos pagan por ser bombero", dice Gianfranco Baglietto, voluntario en el cuerpo de bomberos de Chorrillos. "La realidad es otra aquí adentro. Nuestro uniformes están en pésimas condiciones, hay algunos que se reparten entre dos compañeros. Uno lo usa de lunes a miércoles y el otro de jueves a domingo".

Uno de ellos es estudiante de odontología que cursa el noveno ciclo en la universidad y lleva tres años como bombero voluntario. "Ser bombero es una decisión. Tienes que saber organizarte y sobre todo desprenderte de tu familia para apoyar en la compañía. Es como una carrera profesional, no obstante sin pago."
No cualquier hijo de vecino puede ser bombero: hay pruebas psicológicas, físicas, médicas y de conocimiento que se realizan antes de ingresar. Al cado de casi dos años de capacitaciones y entrenamiento, logras graduarte, por fin, como bombero voluntario.

"Es bastante desgarrador para la familia, cuando les comentas que quieres ser bombero. Si mi hijo algún día decidiera ser voluntario en la estación, yo no me opondría", afirma el rescatista, quién es hijo único.

En la compañía de bomberos de Chorrillos, cada uno brinda lo poco o mucho de su tiempo libre para estar en servicio. Gianfranco por ejemplo lleva dos días en este lugar. "Estudio de  lunes a viernes y permanezco en la estación los fines de semana. Sé que el próximo ciclo en la universidad será más abrumador, pero siempre me daré una vueltita por aquí"


Memorias que perduran

Los niños son los más impresionados con los bomberos. Jalonean a sus mamás para poder tomarse fotos junto al camión de rescate o al lado de un bombero. Para Gianfranco esa actitud es buena, porque desarrolla cierto interés por la vocación. "Cuando era niño, le pedía a mi mamá un carro de bomberos e involuntariamente me empezó a interesar la labor de rescatista. O solía, los fines de semana, dar una vuelta por el malecón (Chorrillos) con mi mamá y le exigía una foto junto a un bombero, ese momento era realmente impresionante para mí".

Cambio de actitud

Gianfranco nos relata con tristeza y cierto grado de preocupación lo terrible que es manejar el camión de rescate o la ambulancia cuando tienen que ir a socorrer una emergencia. "A los peruanos nos falta mejorar en ese aspecto, nunca nos falta el vivo que te mete el carro o el que no se pega a su derecha para poder agilizar el recorrido".

La criollada peruana es una arma de doble filo. Lo más recomendable en casos similares es pegar el auto hacia la derecha para poder permitir que el camión de rescate llegue más rápido a su destino.

"Además casi siempre tenemos problemas con los hidratantes (toma de agua diseñada para caso de incendio) la mayoría en Chorrillos están viejos o no tienen suficientes para poder apagara un incendio de gran magnitud. Po eso usamos mayormente extintores".

Sentimiento original

Gianfranco está inmensamente agradecido con la compañía de bomberos de Chorrillos por haberle permitido ser rescatista. También se siente afortunado y orgullo de ser bombero. "Jamás pensaría en irme de aquí, porque me siento bien. Este es mi segundo hogar, junto con todos mis compañeros somos una gran familia y un gran equipo. Aprendo de cada uno de ellos, desde el más joven hasta el más adulto y eso me hace sentir un gran ser humano".


















































Reportaje: Harlyn Flores

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