lunes, 7 de julio de 2014

DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA: La sociedad limeña y la Unión Civil

Estefany Mendoza

UNA CUESTIÓN DE AMOR
La aprobación del proyecto de ley de la unión civil entre personas del mismo sexo incrementó en los últimos meses. La aceptación es principalmente por jóvenes heterosexuales, lo que demuestra el pensamiento de la nueva generación.
La creciente aceptación de la unión entre parejas del mismo sexo en el plazo de una década es considerada uno de los mayores cambios de opinión pública en el tejido social de Perú.
La homosexualidad existió siempre, hubo atracciones sentimentales muy fuertes entre personas del mismo sexo según los escritos de la biblia. Todas esas personas se sintieron amenazadas en su integridad si aceptaban libremente sus sentimientos públicamente. Tener una relación de amor con alguien del mismo sexo podía llevarte a la muerte.
Es curioso como de un abominable pecado, las relaciones entre personas del mismo sexo han pasado a ser relaciones protegidas legalmente por los gobiernos de muchos países, al punto que hoy no es nada sorprendente que dos personas del mismo sexo se unan.
Como el matrimonio tiene connotación religiosa y familiar, algunos lugares prefieren reconocer a las parejas del mismo sexo bajo otros términos que no ofrecen los mismos beneficios, ni el mismo reconocimiento que el matrimonio, sin embargo, son un paso hacia la igualdad.
Este tipo de relaciones con respaldo de la ley se denominan uniones civiles y son más frecuentes que el matrimonio. A estas parejas los gobiernos les reconocen determinados beneficios jurídicos una vez que registran la unión ante las autoridades competentes.
Los países que promulgaron leyes que permiten uniones civiles entre personas del mismo sexo se encuentran: Dinamarca, Francia, Nueva Zelanda, Alemania, Finlandia, Israel, Suiza, República Checa, Uruguay y Colombia.
Los partidarios de la legalización de las uniones homosexuales afirman que se trata de una cuestión de derechos civiles básicos e igualdad de los seres humanos.
Los detractores sostienen que únicamente los matrimonios entre un hombre y una mujer son legítimos por decreto divino, y que reconocer las bodas gay va contra el bienestar público y el desarrollo afectivo de los niños.




Unión Civil es igualdad.




LA UNIÓN CIVIL COMO DERECHO FUNDAMENTAL

La opinión pública en la sociedad peruana sobre la unión civil entre personas del mismo sexo ha evolucionado de manera precipitada en los últimos meses. La aceptación en general ha ganado terreno año tras año según lo demuestran encuestas realizadas a estudiantes de periodismo  de la Universidad Jaime Bausate y Meza.
La creciente aceptación de la unión entre parejas del mismo sexo en el plazo de una década es considerada uno de los mayores cambios de opinión pública en la sociedad peruana.
Según sondeos realizados a los alumnos, muchas personas que se pronunciaron a favor de la unión civil entre parejas del mismo sexo, reconocieron que se oponían anteriormente y cambiaron de perspectiva.
Promueven el cambio

           La mayoría de los peruanos encuestados indicó tener un amigo, familiar o colega con preferencias sexuales del mismo sexo y que eso influyó en el cambio de sus decisiones.
           Esto se debe a que más personas aceptaron su homosexualidad y, al hacerlo, permiten que las personas que los rodean corroboren que la orientación sexual no define la esencia ni personalidad de un individuo. Al haber mayor transparencia, hay mayor comprensión y tolerancia, porque por lo general los mitos y estereotipos se fundamentan en la ignorancia y el miedo a lo desconocido.
El amor de pareja

           Muchos de los encuestados revelaron conocer a parejas del mismo sexo que entablan relaciones amorosas a largo plazo con los mismos valores familiares que el resto de las parejas.
           Al forjar vínculos con estas parejas, los encuestados se identifican más y les incomoda que los traten como ciudadanos de segunda clase. Para ellos, la unidad familiar es vital para la sociedad, y aprecian que haya personas comprometidas a fomentar la estabilidad de pareja, sin importar su orientación sexual.
Mayor tolerancia

           En las encuestas, los participantes que han cambiado de perspectiva sobre la unión civil entre personas del mismo sexo también mencionan que han adquirido mayor tolerancia o, en menor grado, que apoyan estas uniones porque es parte del pensamiento moderno.
           El cambio de tendencia en la sociedad peruana también es generacional pues coincide que la aceptación con mayor amplitud se oriente en la juventud, que en su abrumadora mayoría apoya el proyecto de la Unión civil no matrimonial.



SOY GAY Y ME ENORGULLECE SERLO”


Marcha LGTB en Lima
Luis Velasquez, docente de educación secundaria de 32 años, nació varón y a los 13 años comenzó su atracción por personas del mismo sexo.
A los 25 años viajó a Colombia para hacer una maestría, sin imaginar que el amor lo sorprendió en ese viaje. En ese lugar conoció a Humberto un abogado de 28 años, quien se convirtió en el amor de su vida.
En el 2012, viajaron juntos a Argentina para casarse a través del matrimonio civil.
“Humberto y yo regresamos a Perú después de nuestro matrimonio, habiendo recibido el amor y cariño de amigos y familiares, nos pareció que era el momento correcto para definir lo que hasta entonces habían sido rumores y afirmar de frente a toda la sociedad  nuestro compromiso y nuestro amor. Sabíamos que en nuestro país no se ha asimilado del todo culturalmente y que generaría una discusión a nivel social, contrario, por ejemplo, a Argentina, donde ya un matrimonio civil igualitario no es ni noticia, sino parte de la vida cotidiana de la sociedad”, aseveró Juan.
La noticia del matrimonio civil entre personas del mismo sexo en la comunidad peruana trajo consigo un cúmulo de sentencias. Por un lado, los que apoyaban la unión entre personas del mismo sexo. Sin embargo recibieron un sinnúmero  de críticas por parte de los detractores.
“La negativa no es de ahora, sino de mucho antes. Desde joven ya rumoraban que yo era gay y sabía que conocidos de mi familia hablaban a mis espaldas. Con la noticia del matrimonio, por supuesto que tuvimos críticas de quienes se rehúsan a aceptar la diversidad como fortaleza del ser humano y de las sociedades”, afirmó Velasquez.
En Lima, la pareja formó un colectivo llamado “Transformación”, donde incentivan que  jóvenes acepten su homosexualidad  a pesar del rechazo mayoritario de la sociedad.
“Cada vez son menos, todavía hay quienes piensan que las personas LGBT somos ciudadanos y seres humanos de segunda, y no merecemos tener libertad, ni igualdad, ni aspiraciones de felicidad en nuestras vidas”, declaró el docente.
“Ese falso mito, vigente en sociedades cerradas y retrógradas, es precisamente lo que queremos y debemos vencer. Lo único que te lleva a la verdadera felicidad es el amor, y nadie tiene un monopolio sobre el amor. Todos tenemos derecho y capacidad a ser felices y a amar a nuestras parejas frente a la sociedad”, sentenció Luis Velasquez.



EL TIEMPO DE SER FELIZ
           El estado no puede justificar la exclusión de parejas del mismo sexo de la institución del matrimonio y la protección que proporciona mediante una red de seguridad jurídica y económica.
           Las parejas del mismo sexo en relaciones estables y duraderas pagan más en impuestos, sin embargo, se les niega protecciones básicas que obtienen las parejas heterosexuales, relacionadas a custodia infantil, derechos de herencia y propiedad, y visitas hospitalarias.
           Un gobierno laico no puede implementar leyes religiosas ni fundamentar sus leyes en creencias religiosas como sucede en gobiernos teocráticos.
           Al establecer una relación legal y social, la unión civil permite a sus miembros estar disponibles para su pareja emocional, económica y psicológicamente.
La unión civil son derechos para todos, igualdad sin importar su condición sexual.
Todos merecemos los mismos derechos.



Juan Diego Barreto Pacheco

NO ES LO NATURAL

El tópico de la unión civil ha traído consigo el despertar de personas que están contra este movimiento, contra esta “aberración”. La idea de que una familia está compuesta por personas heterosexuales es lo que profesan quienes no apoyan el matrimonio homosexual, considerando que mientras que ellos reclaman por derechos e igualdad, atentan contra los derechos de las familias heterosexuales queriendo imponer a cualquier costo lo que ellos desean.




Christian González, opositor a la idea Unión Civil Gay

 “El problema radica en que el “matrimonio gay” es como una rama seca. No puede producir retoños de ningún tipo. No puede reproducirse porque del sexo entre dos hombres o dos mujeres no sale absolutamente nada vivo. Así es la naturaleza. Entonces, ¿para qué forzar lo que su naturaleza no permite? ¿O es que no están conformes con la suya?”
Christian González, tiene 21 años y un hijo pequeño. Dejó de estudiar temporalmente para poder dedicarse a su hijo y tiene la férrea idea de que, aún sin profesar ideas y argumentos religiosos, para él la unión civil entre homosexuales es simplemente el  deseo pervertido de imitar lo que tienen los heterosexuales.

“Empecemos por el matrimonio. Me es imposible no soltar una sonrisa que, a veces termina en carcajadas de acuerdo al ánimo en el que me encuentre, cuando veo por alguna media una boda gay. El hecho de estar asistiendo a una fiesta de disfraces donde los protagonistas se toman en serio su papel es lo que produce en mí la hilaridad. Y no es para menos. Dos hombres vestidos de blanco intercambiando votos, promesas, aros, miradas lánguidas y lanzando un bouquet son como una parodia de la realidad. Por eso lo ridículo. Y por eso las risas que produce la huachafería. Porque, digámoslo con todas sus letras, el matrimonio gay es eso: una huachafería. Muchos se preguntarán por qué es huachafo que dos hombres o dos mujeres se casen. Lo es porque se funda en la monería, la imitación, en el copycat. Es obvio, para mí al menos, que los gay no están conformes consigo mismos en la medida en que toman como referente a imitar los anhelos, las instituciones y la naturaleza de los heterosexuales. Y eso se llama alienación. Es ese su peor pecado porque, tal vez sin saberlo ni quererlo, lo que están afirmando es la primacía de una cultura y naturaleza que, por perfecta, ellos y ellas quieren alcanzar. En buen romance, los mismos gay, al pretender ser como los heterosexuales, están asumiendo la supremacía moral de éstos contra la inferioridad de ellos”, argumenta mientras sostiene en brazos al pequeño Ian.
“La idea que los abogados pintan del matrimonio es que se trata de una especie de programa social creado por el gobierno y al que se le ha negado el ingreso a los homosexuales. Visto así es claro que se trata de una discriminación. Pero esta perspectiva es falsa y maniquea. El matrimonio no ha sido creado por el Estado. Es una muy antigua institución social de origen natural que los modernos estados han visto conveniente regular, debido a su gravitación como origen de la familia y nucleó social formativo. No se puede decir pues que se ha excluido a los homosexuales de los "derechos" del matrimonio. ¿Cuáles derechos? Lo que el matrimonio tiene son obligaciones, especialmente con los hijos”.

Para Christian la unión civil es solamente una fachada para que se acepte el matrimonio entre las parejas homosexuales porque si bien el estado dio derechos exclusivos a parejas casadas, estos se eliminan cuando las parejas empiezan a convivir ya que lo que se busca es asegurar el futuro y los bienes para los hijos, más no para la pareja, y, en una pareja homosexual no hay hijos.

“La adopción por parte de una pareja gay es otro disfuerzo de la alienación. En términos generales, la gente se casa para vivir juntos y tener hijos. Es pedestre, pero así es. Por tanto, a los gays se les ha metido en la cabeza que ellos, como pareja, también tienen que tener hijos. ¿Cómo quiénes? Pues como las parejas heterosexuales, claro está. El problema radica en que el matrimonio gay es como una rama seca. No puede producir retoños de ningún tipo. No puede reproducirse porque del sexo entre dos hombres o dos mujeres no sale absolutamente nada vivo. Así es la naturaleza. Entonces, ¿para qué forzar lo que su naturaleza no permite? ¿O es que no están conformes con la suya? En síntesis, los gay quieren convertir la excepción de la adopción en una regla que, para todos y cada uno de ellos en pareja, pone en evidencia la imposibilidad de tener hijos en el matrimonio gay”, asevera.

FAMILIAS SAGRADAS

No podemos cambiar una tradición eterna por el capricho de una minoría que quiere obligar a que el resto haga lo que ellos quieren”

Abeleyn y sus hermanos
Abeleyn Koc-Lem es una diseñadora gráfica que respeta mucho la idea tradicional de una familia. Criada en el seno de una familia moralista y de principios religiosos, ella defiende el principio de que una familia está compuesta por hombre y mujer esté o no esté escrito en la Biblia y de que no se puede imponer una nueva manera de “familia” solamente por el capricho de una minoría.

“Desde siempre incluso desde el principio de los tiempos las familias fueron papá, mamá e hijos. No hay nada que muestren dos padres o dos madres, y dudo que sea porque tenían que esconderse porque en épocas primitivas donde no había tanto uso de la razón hay vestigios en pinturas rupestres de muchas cosas y no hay gays. Como poder querer obligar a una sociedad basada en valores familiares (aunque no todos cumplan) solo por un capricho. Nadie dice que no podrían cumplir las funciones de padre y madre pero no es lo natural. Desde el inicio de los tiempos que el padre vaya a cazar a trabajar y la madre recolecte cuide a sus hijos y los eduquen juntos. Si quieren obligar a las familias normales a aceptar sus caprichos ¿Qué seguirá? ¿Obligar a la gente de color a usar símbolos del Ku Kux Klan? Obligar a los musulmanes a que no recen u obligar a los judíos a usar collares con dijes nazis.”, expresa indignada, mostrando el rechazo ante lo que ella considera algo que no es natural en las personas.

“Estoy en contra porque no podemos cambiar una tradición eterna por el capricho de una minoría que quiere obligar a que el resto haga lo que ellos quieren. Vivimos en un país donde no curamos el racismo, somos toda una mezcla de razas y prefieren luchar por algo así. No puedes pedir ese tipo de falso desarrollo cuando hay cosas más importantes. Ahora, por naturaleza humana el hombre y la mujer están hechos para una función natural que es procrear, por algo sus aparatos reproductores encajan uno con otro ¿Por qué ir contra la naturaleza humana por un capricho?  Además tener un papel que diga que te casaste no dice que es amor eterno. Pueden compartir bienes por medio de papeles si es lo que desean pero no es correcto ir contra la naturaleza. ¿Luego vendrá la adopción?, en todo caso démosle el gusto de su capricho pero creemos una ley que sea inamovible donde no puedan adoptar ni usar fecundación in vitro o  vientre de alquiler y si lo hacen que se vayan presos”, declara enérgicamente.

Para ella la Unión Civil, promovida por Carlos Bruce, es simplemente una jugada táctica donde la política pesa más que los “principios” que el ministro quiere transmitir a la población gay. Solo quiere buscar gente que lo apoye.
“Bruce ha hecho una movida maestra con esto. ¿Por qué vivir adentro de Narnia y salir ahora? Es la jugada que necesitaba para tener un puesto de poder, pues muchos gays y gente que lo apoya estarán a favor de lo que Bruce haga mientras los defiendan. Es más, ¿alguien le conoce pareja? No me sorprendería que sea una movida maestra de su publicista para lanzarse a la presidencia. Hasta de drag queen es capaz de salir el político por votos y todos los que usamos la cabeza para votar sabemos cómo funcionan las campañas políticas en el país”.

1 comentario:

  1. mi nombre y mi imagen, y la de mi familia sale en tu publicación. No autoricé esto, ni siquiera te conozco Estefania algo... si no borras esto voy a demandarte por la ley de proteccion se data

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