Mi dulce manía

Mi dulce manía

La compulsión, el consuelo y culpa de muchos

Gastar una gran cantidad de dinero en ropa, zapatos, aretes, maquillaje y otros accesorios, es el encanto de algunos varones y mujeres. Es la realidad que enfrenta la gran mayoría. Sin tener en cuenta los problemas en que pueden resultar envueltos.

Tanto hombres y mujeres les encanta comprar. Solo que las mujeres están más tiempo en las tiendas a simple vista de todos. Mientras que los hombres lo niegan o prefieren disimularlo y lo hacen vía internet.

LA PERSECUSIÓN                                       

La psicóloga Helen Tipismana resalta que el consumismo se origina debido a que existe un conflicto interno emocional e incluso de baja autoestima.  

“Al comprar logran sentirse liberadas y sin tensión psicológica”

La compulsión o la opiomanía, mejor conocido como consumismo, provoca ansiedad, depresión y al final un sentimiento de culpa. Esto llega a ser un círculo vicioso. Solo algunos logran salir de esta rutina.

OBSESIÓN A LA VISTA

Las personas con este problema, están siendo conscientes que es algo malo, pero tienen en mente que les trae muchos beneficios. Entre ellos está tener mucha ropa y accesorios. Esto se acaba cuando ven el recibo y no tiene los suficientes recursos para costear.

Señala la experta.  “Los compradores compulsivos acuden hasta 5 días a la semana y en cada tienda permanecen hasta 5 horas al día”.

EL FAMOSO MOLDE

El prototipo de persona que empieza a sufrir la adicción por las compras compulsivas serían jóvenes y adultos con una posición económica media alta o alta, que no tiene que dar cuentas sobre lo que gastan. Realiza sus compras con amigos de una posición similar, y que les gusta ir a la moda, encaprichándose de lo último que sale al mercado.

MI PRIMER VESTIDO

Mirtha Sánchez con 50 años de edad, es una de las personas que se considera compulsiva. Todo empezó cuando cumplió los 18 años de edad y ya podía sustentar sus gastos. A esa edad le comenzó a llamar mucha la atención todo tipo de ropa, en especial los vestidos. Cada vez que podía o mejor dicho, se daba sus escapadas para pasar horas en un centro comercial o diferentes galerías hasta acumular una gran cantidad de ropa. Los lucía todos los días cuando iba a estudiar. Se sentía bella y única.

Ahora cuando se dirige a su cuarto donde se encuentra su amplio closet, observa todo lo que ha podido acumular todo este tiempo. Lo tuvo que agrandar  porque ya no cabía nada. Algunas prendas ha regalado mientras que otras se están deteriorando.

Nos cuenta que le gustaba y le sigue gustando ir a reventar tarjeta. Con el significado de gastar hasta el límite autorizado en poco tiempo. No le importa gastar tanto porque tiene sus “ahorritos” como ella lo llama.

Cada vez que se siente cansada, estresada, se da un par de vueltitas a las tiendas de moda. “No hay que perder la costumbre” resalta.

TENGO QUE COMPRAR

Sonia de 35 años de edad es compulsiva en la compra de joyas, objetos preciados. Hace unos meses estaba gastando su sueldo de desempleada y encima había dejado en cero la cuenta corriente de la familia. Naturalmente se habían producidos conflictos con el esposo y con los hijos. La acusaban y le decían que era una loca irresponsable. No hacían nada para ayudarla.

El esposo había puesto una contraseña a la computadora, le echaba llave al cuarto para que Sonia no tenga acceso. Pero nada de esto la paró. Hacía que ella tenga más ganas de buscar la manera de dar con la contraseña y abrir la puerta para continuar malgastando el poco dinero que les quedaba.

Esto continuó sin control. La compulsiva gastó todo, hasta el extremo de que sus hijos dejen la escuela por un buen tiempo. No había como pagarlo. El esposo se mató trabajando todos los días, hasta muy tarde, en diferentes trabajos para poder recuperar de a poco lo que tenían. Ya no le daba a su esposa nada de plata. Él pagaba todo.

 Comenzaron a llegar los recibos que se convirtieron en un dolor de cabeza para el pobre esposo. Pero él tuvo la ingeniosa idea de que su esposa lo pague con su trabajo. Así que la mando a trabajar a las galerías para que de esa forma pague lo que sacó sin pensar en los resultados.

Hasta ahora sigue trabajando para pagar sus caprichos de todos los días. El esposo sigue dándole aliento para que siga, porque no hay otra forma de pagarlo. Tratar a que los hijos retomen sus estudios y todo vuelva a la normalidad.

EL GRITO DE LA ÚLTIMA MODA

Consiste en el proceso de superar y dejar esa compulsión atrás. Olvidando los problemas que trae.  

Existe tres tipos de terapias: la cognitiva, la conductual y la farmacológica. Resalta la experta que se ha demostrado mayor eficacia  en la cognitiva. Consiste en intervenir sobre el pensamiento, haciendo una fusión adicional con la conductual para actuar sobre la conducta y el hábito.

Sin embargo la terapia farmacológica no está demostrando tener mucha eficacia. Se trata de recetar pastillas que controlan de un cierto modo ese impulso. Pero cuando se retira la medicación los síntomas vuelven a aparecer.

TIPS PARA LUCIR REGIA

Algunos consejitos para cuando vayas de compras. Recolecta lo justo y lo necesario.

Antes de salir de casa, haga una lista únicamente de lo que necesite. Teniendo en cuenta un límite de dinero y no sobrepasarlo. No salir con un estado de ánimo variable. En esos momentos es muy difícil controlarse. Salir de compras cuando lo necesite y dirigirse directamente al producto. Tratar de reemplazar esta actividad por otro más activa.

LIBRES AL COMPRAR

Es aconsejable que desde el primer momento seas firme. Dejar bien en claro quién manda. Si tú o tus impulsos. Aprende a poner límites y decir no a esas tentaciones.

POR: FERNÁNDEZ SÁNCHEZ KIMBERLY