Estefany Mendoza
UNA CUESTIÓN DE AMOR
La aprobación del proyecto de ley de
la unión civil entre personas del mismo sexo incrementó en los últimos meses.
La aceptación es principalmente por jóvenes heterosexuales, lo que demuestra el
pensamiento de la nueva generación.
La creciente aceptación de la unión
entre parejas del mismo sexo en el plazo de una década es considerada uno de
los mayores cambios de opinión pública en el tejido social de Perú.
La homosexualidad existió siempre,
hubo atracciones sentimentales muy fuertes entre personas del mismo sexo según
los escritos de la biblia. Todas esas personas se sintieron amenazadas en su
integridad si aceptaban libremente sus sentimientos públicamente. Tener una
relación de amor con alguien del mismo sexo podía llevarte a la muerte.
Es curioso como de un abominable
pecado, las relaciones entre personas del mismo sexo han pasado a ser
relaciones protegidas legalmente por los gobiernos de muchos países, al punto
que hoy no es nada sorprendente que dos personas del mismo sexo se unan.
Como el matrimonio tiene connotación
religiosa y familiar, algunos lugares prefieren reconocer a las parejas del
mismo sexo bajo otros términos que no ofrecen los mismos beneficios, ni el
mismo reconocimiento que el matrimonio, sin embargo, son un paso hacia la
igualdad.
Este tipo de relaciones con respaldo
de la ley se denominan uniones civiles y son más frecuentes que el matrimonio.
A estas parejas los gobiernos les reconocen determinados beneficios jurídicos
una vez que registran la unión ante las autoridades competentes.
Los países que promulgaron leyes que
permiten uniones civiles entre personas del mismo sexo se encuentran:
Dinamarca, Francia, Nueva Zelanda, Alemania, Finlandia, Israel, Suiza,
República Checa, Uruguay y Colombia.
Los partidarios de la legalización de
las uniones homosexuales afirman que se trata de una cuestión de derechos
civiles básicos e igualdad de los seres humanos.
Los detractores sostienen que
únicamente los matrimonios entre un hombre y una mujer son legítimos por
decreto divino, y que reconocer las bodas gay va contra el bienestar público y
el desarrollo afectivo de los niños.
Unión Civil es igualdad. |
LA UNIÓN CIVIL COMO
DERECHO FUNDAMENTAL
La opinión pública en la sociedad
peruana sobre la unión civil entre personas del mismo sexo ha evolucionado de
manera precipitada en los últimos meses. La aceptación en general ha ganado
terreno año tras año según lo demuestran encuestas realizadas a estudiantes de
periodismo de la Universidad Jaime
Bausate y Meza.
La creciente aceptación de la unión
entre parejas del mismo sexo en el plazo de una década es considerada uno de
los mayores cambios de opinión pública en la sociedad peruana.
Según sondeos realizados a los
alumnos, muchas personas que se pronunciaron a favor de la unión civil entre
parejas del mismo sexo, reconocieron que se oponían anteriormente y cambiaron
de perspectiva.
Promueven
el cambio
• La
mayoría de los peruanos encuestados indicó tener un amigo, familiar o colega
con preferencias sexuales del mismo sexo y que eso influyó en el cambio de sus
decisiones.
• Esto
se debe a que más personas aceptaron su homosexualidad y, al hacerlo, permiten
que las personas que los rodean corroboren que la orientación sexual no define
la esencia ni personalidad de un individuo. Al haber mayor transparencia, hay
mayor comprensión y tolerancia, porque por lo general los mitos y estereotipos
se fundamentan en la ignorancia y el miedo a lo desconocido.
El
amor de pareja
• Muchos
de los encuestados revelaron conocer a parejas del mismo sexo que entablan
relaciones amorosas a largo plazo con los mismos valores familiares que el
resto de las parejas.
• Al
forjar vínculos con estas parejas, los encuestados se identifican más y les
incomoda que los traten como ciudadanos de segunda clase. Para ellos, la unidad
familiar es vital para la sociedad, y aprecian que haya personas comprometidas
a fomentar la estabilidad de pareja, sin importar su orientación sexual.
Mayor
tolerancia
• En
las encuestas, los participantes que han cambiado de perspectiva sobre la unión
civil entre personas del mismo sexo también mencionan que han adquirido mayor
tolerancia o, en menor grado, que apoyan estas uniones porque es parte del
pensamiento moderno.
• El
cambio de tendencia en la sociedad peruana también es generacional pues
coincide que la aceptación con mayor amplitud se oriente en la juventud, que en
su abrumadora mayoría apoya el proyecto de la Unión civil no matrimonial.
”SOY GAY Y ME
ENORGULLECE SERLO”
Marcha LGTB en Lima |
Luis
Velasquez, docente de educación secundaria de 32 años, nació varón y a los 13
años comenzó su atracción por personas del mismo sexo.
A los 25 años viajó a Colombia para hacer una maestría, sin imaginar que
el amor lo sorprendió en ese viaje. En ese lugar conoció a Humberto un abogado
de 28 años, quien se convirtió en el amor de su vida.
En el 2012, viajaron juntos a Argentina para casarse a través del
matrimonio civil.
“Humberto y yo regresamos a Perú después de nuestro matrimonio, habiendo
recibido el amor y cariño de amigos y familiares, nos pareció que era el
momento correcto para definir lo que hasta entonces habían sido rumores y
afirmar de frente a toda la sociedad
nuestro compromiso y nuestro amor. Sabíamos que en nuestro país no se ha
asimilado del todo culturalmente y que generaría una discusión a nivel social,
contrario, por ejemplo, a Argentina, donde ya un matrimonio civil igualitario
no es ni noticia, sino parte de la vida cotidiana de la sociedad”, aseveró
Juan.
La noticia del matrimonio civil entre personas del mismo sexo en la
comunidad peruana trajo consigo un cúmulo de sentencias. Por un lado, los que
apoyaban la unión entre personas del mismo sexo. Sin embargo recibieron un
sinnúmero de críticas por parte de los
detractores.
“La negativa no es de ahora, sino de mucho antes. Desde joven ya
rumoraban que yo era gay y sabía que conocidos de mi familia hablaban a mis
espaldas. Con la noticia del matrimonio, por supuesto que tuvimos críticas de
quienes se rehúsan a aceptar la diversidad como fortaleza del ser humano y de
las sociedades”, afirmó Velasquez.
En Lima, la pareja formó un colectivo llamado “Transformación”, donde
incentivan que jóvenes acepten su
homosexualidad a pesar del rechazo
mayoritario de la sociedad.
“Cada vez son menos, todavía hay quienes piensan que las personas LGBT
somos ciudadanos y seres humanos de segunda, y no merecemos tener libertad, ni
igualdad, ni aspiraciones de felicidad en nuestras vidas”, declaró el docente.
“Ese falso mito, vigente en sociedades cerradas y retrógradas, es
precisamente lo que queremos y debemos vencer. Lo único que te lleva a la
verdadera felicidad es el amor, y nadie tiene un monopolio sobre el amor. Todos
tenemos derecho y capacidad a ser felices y a amar a nuestras parejas frente a
la sociedad”, sentenció Luis Velasquez.
EL
TIEMPO DE SER FELIZ
• El
estado no puede justificar la exclusión de parejas del mismo sexo de la
institución del matrimonio y la protección que proporciona mediante una red de
seguridad jurídica y económica.
• Las
parejas del mismo sexo en relaciones estables y duraderas pagan más en
impuestos, sin embargo, se les niega protecciones básicas que obtienen las
parejas heterosexuales, relacionadas a custodia infantil, derechos de herencia
y propiedad, y visitas hospitalarias.
• Un
gobierno laico no puede implementar leyes religiosas ni fundamentar sus leyes
en creencias religiosas como sucede en gobiernos teocráticos.
•
Al establecer una relación legal y social, la unión civil permite a sus
miembros estar disponibles para su pareja emocional, económica y
psicológicamente.
La unión civil son derechos para todos, igualdad sin importar su condición sexual. Todos merecemos los mismos derechos. |
Juan Diego Barreto Pacheco
NO ES LO NATURAL
El tópico de la unión civil ha traído consigo el despertar de personas
que están contra este movimiento, contra esta “aberración”. La idea de que una
familia está compuesta por personas heterosexuales es lo que profesan quienes no
apoyan el matrimonio homosexual, considerando que mientras que ellos reclaman
por derechos e igualdad, atentan contra los derechos de las familias
heterosexuales queriendo imponer a cualquier costo lo que ellos desean.
Christian González, opositor a la idea Unión Civil Gay |
“El problema radica en que el
“matrimonio gay” es como una rama seca. No puede producir retoños de ningún
tipo. No puede reproducirse porque del sexo entre dos hombres o dos mujeres no
sale absolutamente nada vivo. Así es la naturaleza. Entonces, ¿para qué forzar
lo que su naturaleza no permite? ¿O es que no están conformes con la suya?”
Christian González, tiene 21 años y un hijo
pequeño. Dejó de estudiar temporalmente para poder dedicarse a su hijo y tiene
la férrea idea de que, aún sin profesar ideas y argumentos religiosos, para él
la unión civil entre homosexuales es simplemente el deseo pervertido de imitar lo que tienen los
heterosexuales.
“Empecemos por el matrimonio. Me es imposible no soltar una sonrisa que, a veces
termina en carcajadas de acuerdo al ánimo en el que me encuentre, cuando veo por
alguna media una boda gay. El hecho
de estar asistiendo a una fiesta de disfraces donde los protagonistas se toman
en serio su papel es lo que produce en mí la hilaridad. Y no es para menos. Dos
hombres vestidos de blanco intercambiando votos, promesas, aros, miradas
lánguidas y lanzando un bouquet son como una parodia de la realidad. Por eso lo
ridículo. Y por eso las risas que produce la huachafería. Porque, digámoslo con
todas sus letras, el matrimonio gay
es eso: una huachafería. Muchos se preguntarán por qué es huachafo que dos hombres
o dos mujeres se casen. Lo es porque
se funda en la monería, la imitación, en el copycat. Es obvio, para mí al menos,
que los gay no están conformes consigo mismos en la medida en que toman como
referente a imitar los anhelos, las instituciones y la naturaleza de los
heterosexuales. Y eso se llama alienación. Es ese su peor pecado porque, tal
vez sin saberlo ni quererlo, lo que están afirmando es la primacía de una
cultura y naturaleza que, por perfecta,
ellos y ellas quieren alcanzar. En buen romance, los mismos gay, al pretender
ser como los heterosexuales, están asumiendo la supremacía moral de éstos contra
la inferioridad de ellos”, argumenta mientras sostiene en brazos al pequeño
Ian.
“La idea que los abogados pintan del matrimonio es que se trata de una
especie de programa social creado por el gobierno y al que se le ha negado el
ingreso a los homosexuales. Visto así es claro que se trata de una
discriminación. Pero esta perspectiva es falsa y maniquea. El matrimonio no ha
sido creado por el Estado. Es una muy antigua institución social de origen
natural que los modernos estados han visto conveniente regular, debido a su
gravitación como origen de la familia y nucleó social formativo. No se puede
decir pues que se ha excluido a los homosexuales de los "derechos"
del matrimonio. ¿Cuáles derechos? Lo que el matrimonio tiene son obligaciones,
especialmente con los hijos”.
Para Christian la unión civil es
solamente una fachada para que se acepte el matrimonio entre las parejas
homosexuales porque si bien el estado dio derechos
exclusivos a parejas casadas, estos se eliminan cuando las parejas empiezan a
convivir ya que lo que se busca es asegurar el futuro y los bienes para los
hijos, más no para la pareja, y, en una pareja homosexual no hay hijos.
“La adopción por parte de una pareja gay es otro disfuerzo de la
alienación. En términos generales, la gente se casa para vivir juntos y tener
hijos. Es pedestre, pero así es. Por tanto, a los gays se les ha metido en la
cabeza que ellos, como pareja, también tienen que tener hijos. ¿Cómo quiénes?
Pues como las parejas heterosexuales, claro está. El problema radica en que el matrimonio gay es como una rama seca. No
puede producir retoños de ningún tipo. No puede reproducirse porque del sexo
entre dos hombres o dos mujeres no sale absolutamente nada vivo. Así es la
naturaleza. Entonces, ¿para qué forzar lo que su naturaleza no permite? ¿O es
que no están conformes con la suya? En síntesis, los gay quieren convertir la
excepción de la adopción en una regla que, para todos y cada uno de ellos en
pareja, pone en evidencia la imposibilidad de tener hijos en el matrimonio gay”, asevera.
FAMILIAS SAGRADAS
“No podemos cambiar una tradición
eterna por el capricho de una minoría que quiere obligar a que el resto haga lo
que ellos quieren”
Abeleyn y sus hermanos |
Abeleyn Koc-Lem es una diseñadora
gráfica que respeta mucho la idea tradicional de una familia. Criada en el seno
de una familia moralista y de principios religiosos, ella defiende el principio
de que una familia está compuesta por hombre y mujer esté o no esté escrito en
la Biblia y de que no se puede imponer una nueva manera de “familia” solamente
por el capricho de una minoría.
“Desde siempre incluso desde el
principio de los tiempos las familias fueron papá, mamá e hijos. No hay nada
que muestren dos padres o dos madres, y dudo que sea porque tenían que
esconderse porque en épocas primitivas donde no había tanto uso de la razón hay
vestigios en pinturas rupestres de muchas cosas y no hay gays. Como poder
querer obligar a una sociedad basada en valores familiares (aunque no todos
cumplan) solo por un capricho. Nadie dice que no podrían cumplir las funciones
de padre y madre pero no es lo natural. Desde el inicio de los tiempos que el
padre vaya a cazar a trabajar y la madre recolecte cuide a sus hijos y los
eduquen juntos. Si quieren obligar a las familias normales a aceptar sus
caprichos ¿Qué seguirá? ¿Obligar a la gente de color a usar símbolos del Ku Kux
Klan? Obligar a los musulmanes a que no recen u obligar a los judíos a usar
collares con dijes nazis.”, expresa indignada, mostrando el rechazo ante lo que
ella considera algo que no es natural en las personas.
“Estoy en contra porque no podemos
cambiar una tradición eterna por el capricho de una minoría que quiere obligar
a que el resto haga lo que ellos quieren. Vivimos en un país donde no curamos
el racismo, somos toda una mezcla de razas y prefieren luchar por algo así. No
puedes pedir ese tipo de falso desarrollo cuando hay cosas más importantes.
Ahora, por naturaleza humana el hombre y la mujer están hechos para una función
natural que es procrear, por algo sus aparatos reproductores encajan uno con
otro ¿Por qué ir contra la naturaleza humana por un capricho? Además tener un papel que diga que te casaste
no dice que es amor eterno. Pueden compartir bienes por medio de papeles si es
lo que desean pero no es correcto ir contra la naturaleza. ¿Luego vendrá la
adopción?, en todo caso démosle el gusto de su capricho pero creemos una ley
que sea inamovible donde no puedan adoptar ni usar fecundación in vitro o vientre de alquiler y si lo hacen que se
vayan presos”, declara enérgicamente.
Para ella la Unión Civil, promovida
por Carlos Bruce, es simplemente una jugada táctica donde la política pesa más
que los “principios” que el ministro quiere transmitir a la población gay. Solo
quiere buscar gente que lo apoye.
“Bruce ha hecho una movida maestra con
esto. ¿Por qué vivir adentro de Narnia
y salir ahora? Es la jugada que necesitaba para tener un puesto de poder, pues
muchos gays y gente que lo apoya estarán a favor de lo que Bruce haga mientras
los defiendan. Es más, ¿alguien le conoce pareja? No me sorprendería que sea
una movida maestra de su publicista para lanzarse a la presidencia. Hasta de drag queen es capaz de salir el político
por votos y todos los que usamos la cabeza para votar sabemos cómo funcionan
las campañas políticas en el país”.
mi nombre y mi imagen, y la de mi familia sale en tu publicación. No autoricé esto, ni siquiera te conozco Estefania algo... si no borras esto voy a demandarte por la ley de proteccion se data
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