DULCES PUNZADAS DE
TINTA
Una muchacha con rizos dorados en
bikini a rayas se pasea por la playa, por su pierna trepa un dragón de colores
ardientes que amenaza con reducirlo todo a su paso, estaba a punto de escupir
el infierno cuando a su lado emerge un
majestuoso tigre de bengala que colgado del brazo de un hombre es acompañado
por tribales en cadena , pero que no logran despistarnos de sublimes
estrellas contoneándose por la cintura
de una hermosa morena , estos diseños no son nada más ni nada menos que los
tatuajes.
Y estoy seguro que no necesitan
presentación si es que vives en pleno siglo 21, incluso uno o más
deben estar recorriendo tu cuerpo
en este preciso instante; sin embargo para cada persona tiene un significado
distinto, una razón emblemática o tal vez solo por seguir a la inevitable moda
(aunque no lo acepten)
Pero la cuestión es, ¿Porque algo
que causa dolor puede ser tan adictivo para algunos y ser capaces de afrontarlo
olvidando el sentido común? (que si algo duele no lo hacemos) y someterse a
plasmar este arte en el cuerpo que llevaras para toda tu vida.
INGREDIENTE
ADICTIVO
Al ingresar al local, lo primero
que notas y escuchas al tatuarte, es el inconfundible sonido de la aguja que
penetra tu piel repetidas veces dejando así trazos perfectos y bien delineados
del diseño que llevaras para toda tu vida, al no ser virgen en esta expresión
corporal y ser dueño de dos distintivos
tatuajes pude opinar de lo que es el dolor
comparable a fuerte pellizcos que varían en grado dependiendo del lugar
donde se decida colocarlo.
Es obvio que el grado de
tolerancia es diferente para cada persona, pero lo singular de esto es que el ingrediente adictivo y opinión
universal es que “la belleza cuesta” por lo que daría entender que los que se
tatúan quieren demostrar tal criterio, cabe decir que la belleza es diferente para
cada uno, no todo tiene que ver con la estética.
Tal como para Kathy Carrasco que
acudió al local para tatuarse el retrato
de su madre fallecida hace unos meses , así poder demostrar lo hermoso que fue
en la plenitud de su vida ; querer cargar con ella para el resto de sus días ,
eso era belleza.
En un aspecto más profundo, Diego Quiñonez quien se tatuó una cruz en la espalda, en forma de victoria y marca
de batalla contra un cáncer pulmonar, en medio de lagrimas cuenta su historia
después de haber pasado por innumerables etapas de radiación que casi destruye
su cuerpo por completo, para el seguir viviendo y plantearse este tatuaje es la
belleza de la que hablamos.
Y en mi caso en particular una
frase en un idioma extranjero que rodea
mis dorsal izquierdo “famiglia viene prima” que significa la familia es
primero, no necesito dar más detalles .Para mí la belleza es tener una familia
a la que le debo todo.
HASTA QUE LA TINTA
NOS SEPARE
Después de largas sesiones con
rayos láser y haber pasado un dolor casi mayor que al hacerse el tatuaje ,
Laura Espino se despide con una cálida
sonrisa de alivio de aquel nombre que la torturo por mucho tiempo, después de
todo ese personaje ya no era más parte de su vida.
“No puedo creer que me haya
tatuado eso” palabras que retumban en muchos, ya que el arrepentimiento es algo
común a la hora de hacerse un tatuaje, esta chica no solo consiguió problemas
en su matrimonio, sino también con su primogénita debido a este grabado en su
piel; por ello es necesario pensar con mucho criterio a la hora de tomar esta
decisión.
Y lamentablemente no es la única
razón por la cual suceden estos arrepentimientos, sino también al estigma
social que conllevan; debido a que este arte a pesar de haber ganado muchos
adeptos aún sigue siendo motivo de connotación negativa, más que nada a la hora
de emprender en el mundo laboral; en donde uno nos es juzgado solo por en que
universidad estudiaste sino también por “dime
como te ves y te diré si te contrato”.
LAS COSAS COMO SON
Como todo en la vida, la otra
cara de la moneda es el hecho de los
peligros fundamentales que traen hacerse un tatuaje sin el debido criterio.
El arrepentimiento es una de las
cosas que menos debe preocuparnos; ya que el peor de los escenarios es la de
contraer una enfermedad de la que nos sentencie a muerte. A veces el hecho de
querer ahorrarnos algunos soles nos hacen tomar la decisión impulsiva de ir por
lo más barato y no evaluar esta cuestión.
Para disminuir el riesgo, el
tatuaje debe realizarse en un lugar que cumpla con las normas de higiene. Las
agujas utilizadas deben ser nuevas, pre-empacadas, desechables y deben abrirse
frente al cliente. Sin embargo, una aguja estéril no es suficiente, los guantes
y todo el equipo de tatuar debe ser también estéril.
Las cosas como son, este es tu
cuerpo y solo tú puedes decidir que harás con él, pero recuerda hay gente
esperándote en casa que te ama; yo te pregunto ¿Pensaras con la cabeza o
dejaras que la tinta se te suba a ella?
GRECO REBATTA
No hay comentarios:
Publicar un comentario